sábado, 19 de marzo de 2011

Inicio.

Hoy me siento demasiado realista, he soñado demasiado. He soñado con el día en que seamos felices y no fue más que una mierda de ilusión. Tu no sueñas conmigo, ¿a quién tengo yo? ¿quieres que te llame cada vez que baje a tirar la basura? No viniste ni cuando pensé en saltar de la octava escalera del acantilado que hay en esa preciosa cala que un día mi perra y yo decidimos enseñarte.
Lo que tu quieres es que yo recoja las migas y las meta en un tarro de cristal tapado con fuel, lo que yo quiero es estar dentro de esa vidriosa cárcel para que tu me quieras luego comer (y vomitar).
No seré más sarcástica, no te desearé nada malo, pero, querida, ojalá te quedes sin papel higiénico ahí dentro.

Termino rápido con esto, me iré a ver esa preciosa luna sin mi telescopio que el me regaló, ya que no sé dónde está, recordaré que le echo de menos y que mi vida rematará en cuanto junio cruce la puerta, adiós, mi lúgubre féretro blando y mullido me espera para arrebatarme esos sueños que no salen de mi boca. Una vez más. Apocalíptame con tu belleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario