sábado, 19 de marzo de 2011

Bajo el arco de Junio.

Sé que para que termine mi vida faltan no más que escasos meses, que no es medida exacta, al igual que sé que para que empiece oficialmente la otra, he de aguantar aumentando el número de neuronas operativas.
No quier verte, ni quiero que me veas, ni que me vean, ni que nada. No has hecho más de lo que debías, (si, si lo has hecho, y tu y yo lo sabemos), pero, quédate ahí.
Te agradeceré lo que has hecho, (aunque, claro, no todo) casi tanto como te agradezco las cosas buenas que intentas hacer pero que no logras. Nada me fastidia más que ver como lo intentas, a tu manera, una y otra vez, y, créeme... es frustrante.
Por una parte pienso que tu, tu, y nadie más que to te lo habías buscado, pero por otra (menos visceral y mucho más cuerda), sé que no es así.
Las cosas son feas, mamá no tiene dinero y papá es un gran capullo con 6 de 8 hijos.
¿Que importa uno menos?
Lo siento, llevo media vida sintiéndolo por ti y por la mierda de vida que te ha tocado. La vida es tan sumamente hija de puta... pero tu supiste luchar, diste el callo en la real y acabaste como acabaste. Lloré por ti media vida, y lo siento, no poder haber estado ahí, pero no podía. Hay que ser sensatos. Yo, ni había nacido siquiera.
Lo siento, volveré a llorar por ti otra media vida, la que no he podido pasar contigo.
Feliz día del padre, siento no poder darte un enorme abrazo, un enorme beso. Pero, lo siento, lo siento, lo sentiré las veces que pueda. Te quiero, te quiero, te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario